El encantador de serpientes
Una situación verdaderamente histórica se ha dado a conocer en el Partido Obrero: su fundador y principal dirigente durante 50 años, Jorge Altamira, quedó afuera de la dirección nacional del partido. Ante una situación que nunca creí que se produjera, y en torno a la cual me pronuncié reiteradas veces ante compañeros muy queridos que mantenían la actividad, quisiera dejar sentado cómo veo la figura de este dirigente, desde mi humilde opinión de ser un observador muy cercano a sus actividades en los años 80 y 90. Hay dirigentes que tienen la virtud, cuando se discute o se dialoga con ellos, de organizar la cabeza de su interlocutor. A veces con pocas palabras, cumplen en el diálogo una función didáctica , ordenan lo que ya se sabe, instruyen acerca de cómo partir de lo más particular hacia lo más general, elevan un nivel el pensamiento de quien lo escucha. Su poder es la simpleza y la claridad, para barrer con las falsas apariencias con las que nos bombardean los discursos dominant...